Seguramente, se queda uno corto al intentar calificar a Raúl
del Pozo. El comienzo de su trayectoria profesional se remonta a 1960, cuándo
comienza a colaborar con el Diario de Cuenca, en su ciudad natal.
Escritor y periodista a la vez, plasmó su firma en distintas
publicaciones, tal como Mundo obrero, El Independiente o Interviú. Por su
trabajo en Interviú recibió el Premio de Periodismo Pedro Rodríguez.
A partir de 1991 entra en el diario El Mundo y es para
quedarse indefinidamente. En 1994, empezó a escribir su columna diaria en la
sección de Madrid, titulada “Capital de la Gloria”. También ese mismo año, comenzó
su andadura en el mundo novelístico con la obra Noche de tahúres y, en 1995
presentó su segunda novela La novia
Su última novela, No es elegante
matar a una mujer descalza, vio la luz en 1999.
En la actualidad, mantiene su colaboración con El Mundo, y
su columna El ruido de la calle, es la prueba más factible de su profesionalidad
y su imaginación.
Raúl del Pozo, que siempre ha querido dejar claro que ha
escrito para sus lectores, sin pensar en la crítica, merece el premio al “mejor
generador de opinión”, por la calidad literaria de sus artículos, así como por la
intachable calidad de su labor.
Por Alexandra Dumitrascu
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